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S-Siraya- Sintonizando con el Ajustador del Pensamiento- 19 de Febrero, 2011- Monjoronson com Paul Conklin
Maestro- Espíritu Maestro Número Uno
Tema-  Practicar el Hacer la Voluntad del Padre es Sintonizarse
T/R: Paul Conklin en Monjoronson.com
19 de Febrero, 2011

Las Palabras de Siraya
La Voz del Padre

Esta noche, hijo mío, tengo esto que decirte. ¡Muy bien hecho! Estoy muy orgulloso de ti. Tú deberías estar orgulloso de ti mismo. Estás progresando bastante y tus señales han sido aumentadas. Ahora eres capaz de recoger señales y traducirlas dentro de símbolos de palabras en tu idioma. Sigue haciéndolo. Continuarás a mejorar.

Hijo mío, esta tarde me gustaría hablarte acerca de la voz del Padre, por así decirlo. Pero el volumen necesita ser aumentado. La intensidad es aumentada mientras cada uno escucha a esa pequeña voz. Esa pequeña voz interior que habita en los corazones de cada uno.

Antes de que tú nacieras, hijo, esa pequeña voz interior, la cual tú llamas tu Ajustador del Pensamiento te escogió. Sí, él te escogió. Ese pedazo del Eterno escogió el experimentar la experiencia mortal contigo y mostrarte el camino. Éste te muestra el camino de regreso al Padre.

¿Cómo funciona el Ajustador del Pensamiento? El Ajustador del Pensamiento funciona a través de sintonizamientos. Es como si Él estuviera sintonizando una guitarra. Cuando las cuerdas de la guitarra están desarmonizadas, los guitarristas ajustan las tensiones de las cuerdas  para poder obtener las notas apropiadas, las vibraciones apropiadas. Así también tu Ajustador del Pensamiento hace esos ajustes que te regulan más íntimamente con la voz del Padre.  Es como si tu Ajustador del Pensamiento estuviera sincronizando la voz del Eterno con la tuya. Esto sucede para que pueda haber una más íntima alianza  entre ustedes dos.

Cuando asciendes los círculos psíquicos es como el ascender las escalas. Do, re mi fa, sol, la, si, do. Es sólo que estas escalas que estás ascendiendo representan los logros que te permiten escalar las alturas del espíritu.  Estas alturas del espíritu que tú obtienes resultarán eventualmente en la fusión. Ahora, tu Amado está trabajando en este momento para sintonizar tu instrumento, tu vida. Cuando respondes a la dirección de tu Ajustador del Pensamiento es como si tú respondieras a una nota que está tocando en tu corazón. Esta nota resuena profundamente dentro de tu corazón y de tu alma.

Lo que tú llamas tu Yo Superior es un esfuerzo colaborativo. Estás dando a luz a tu alma a través del esfuerzo colaborativo de ti mismo y de tu Ajustador del Pensamiento. Así es como debe de ser. Todo lo que envuelve alguna forma de crecimiento requiere que la persona participe en ese crecimiento. No puede haber crecimiento verdadero a menos que el participante forme parte de ello. Si el participante no forma parte de ello entonces el crecimiento no puede tomar lugar.

Continuemos. Cuando tú entras en la quietud (meditación) así como lo hiciste en este momento encontrarás que ocurrirá más crecimiento. Esto es porque tu Ajustador del Pensamiento te “habla” en la quietud. Es como si tu Ajustador del Pensamiento le cantara a tu alma en el silencio. Cuando estás silencioso, cuando estás quieto, creces.

Piensa en una planta en florecimiento. Hay algunas personas que juran que sus cuidados ayudan enormemente a la flor a crecer. Simplemente al hablarle a la flor de una manera positiva ven más crecimiento. Las hojas de esa flor son robustas y fuertes. El tallo es viable y flexible. Los pétalos son ricos en color y vida.  Así también tu Ajustador del Pensamiento le “habla” a tu maceta de manera que la voz del Padre se armonice a tu alma y a tu corazón. Ves, hijo, así es como creces. Mientras tu corazón y tu alma se sincronizan con la voluntad de la voz del Padre, y tú respondes a ello, creces.

Los científicos entienden el proceso del crecimiento biológico.  Empiezas como un espermatozoario y un ovario de tus padres. Su ADN te forma. La información es “leída” y una persona especial y única empieza a formarse, empieza a desarrollarse. Existe también el crecimiento emocional y el crecimiento intelectual. El crecimiento no se limita sólo a una faceta de tu existencia.

Pero lo que es frecuentemente pasado por alto, hijo, es que el factor de mayor alcance en todo esto es tu Padre Eterno al centro de todas las cosas. Él es como un conductor que dirige una orquesta. Existe la sección de cuerdas, y la sección de instrumentos de percusión. Existen los cantantes y los pianistas. Todos estos varios instrumentos están siendo dirigidos por un maestro conductor. Él sabe exactamente como dirigir a su gente para sacar fuera las armonías y el timbre perfecto de todos los instrumentos tocando al mismo tiempo.

Cuando tu maestro conductor te dirige, te dirige para tocar las notas de la voluntad del Eterno. Cada día cuando decides involucrar al Padre en los más pequeños detalles de tu vida estás siendo sintonizado para hacer la voluntad del Padre. Eres como un niño tocando un violín una y otra vez. Cuando tocas por primera vez no estás muy seguro de ti mismo. Tocas las cuerdas y escuchas las notas discordantes que vienen fuera. Pero persistes día tras día, mes tras mes, y año tras año. Entonces, años más tarde, estás listo. Después de muchos años de dedicación y práctica estás listo para dar un recital. Te presentas de frente a tus compañeros y tocas una melodía inolvidable. Las notas que salen del violín son bellísimas y conmovedoras. Todos en la audiencia están cautivados.

¿Cómo sucedió esto? Sucedió porque practicaste persistentemente. Dedicaste tu vida a la adquisición de la habilidad del violín. Y tuviste un maestro de violín que fue un “instrumento” en ayudarte a desarrollar tu talento. ¿Ves, hijo mío? Tu Ajustador del Pensamiento hace la misma cosa. Si tú quieres perfeccionar el “tocar” la voluntad del Padre en los Cielos, necesitas practicar. Día tras día, mes tras mes, año tras año, practicas. Has dedicado tu vida al hacer la voluntad del Padre.

Cuando empiezas eres como un niño. Tropiezas y te caes muchas veces. Cada vez que te levantas, te sacudes el polvo y vuelves a tratar otra vez. Haces hasta lo imposible para sintonizarte a ti mismo con el amor incondicional del Padre en Paraíso. Ahora has practicado por años sin fin y tu instrumento es fuerte y melódico.  Cuando tocas una “nota” a la audiencia ésta está cautivada.

Tu ajustador del Pensamiento te sintoniza con el maestro verdadero que reside sobre la esfera del Paraíso. De cierta manera, lo descubres mientras tocas tu instrumento y te sintonizas con el de Él.  El crecimiento Espiritual ocurre cuando pones en la realidad lo que has estado practicando. Cuando te vuelves como el Padre te estás volviendo un maestro tú mismo. Entonces eres capaz de enseñar a otros. Pero, querido amigo, tú eres el instrumento que está siendo sintonizado por un fragmento del Padre del Paraíso. Si respondes  a esta sintonización puedes un día fundirte con el mismo.

Entonces será como una sinfonía de dos, pero nadie será capaz de distinguirles. No serán capaces de decir donde tú empiezas y donde el fragmento del Padre termina. Este es el maestro conductor haciendo su trabajo magníficamente para poder producir a otro maestro el cual pueda exhibir a una audiencia.

Hijo querido, comparte esto con tus amigos. Sigue practicando diariamente. Y mientras pasen los años llegarás a ser un maestro conductor que ha perfeccionado la voluntad del Padre. Escucha a esa pequeña voz interior que siempre te está hablando. Ésta le “canta” suavemente a tu corazón y a tu alma. ¿Escucharás sus direcciones? ¿Dejarás a su maestría dirigirte a la maestría? ¿Permitirás a tu Ajustador del Pensamiento llevarte a la maestría de la voluntad del Padre? Querido hijo, ésta es tu decisión. Pero tengo confianza que te volverás un maestro conductor así como tengo la certeza que todos tus hermanos pueden lograr estas mismas metas también.

Soy Siraya, la voz del Padre llamándote. Ve en paz, hijo mío, y sigue practicando.

FIN